02 abril 2007

Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj(Julio Cortázar)

Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia de comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

30 marzo 2007

11 marzo 2007

Si pienso en ti, siento que esta vida es injusta...

02 marzo 2007

Pu pum...

Es el momento en el que has decidido el camino que quieres tomar.Es tu momento.

01 marzo 2007

Biodiversidad e indiferencia

En el post anterior:
pepa dijo...
LA BIODIVERSIDAD
“ Sobre los seres vivos con los que compartimos la Tierra
desconocemos su número y qué tipo de cosas pueden ofrecernos.
Es como un biblioteca con libros sin leer, y ni siquiera hemos acabado el primer capítulo....estamos perdiendo las especies que hay a nuestro alrededor
antes de que podamos pasar a la página siguiente”.
E.O. Wilson.
BESOS

Puuuffffffff!!!Luego te quejas porque no contesto a tus comentarios pero egque...amos!
¿Cuál se supone que debe ser mi reacción ante este comentario tan...biológico?
"...estamos perdiendo las especies que hay a nuestro alrededor..." Pues sí, las perdemos, como tantas cosas perdemos a lo largo de nuestra vida...¿Y qué?

Vienen a mi cabeza las decenas de insectos de sangre transparente que chocan contra la luna delantera de mi coche en plena autovía... ¿no serán escupitajos del conductor del coche de alante? ¿Eso era un bicho? Pobrecico...

Aunque no hace falta recurrir al mundo animal para darnos cuenta de todo lo que desconocemos... ¿Y a las personas? ¿Las conocemos? ¿Nos conocemos? “estamos perdiendo a las personas que hay a nuestro alrededor antes de que podamos pasar a la página siguiente...seres vivos con los que compartimos la Tierra y de los que desconocemos su número y que tipo de cosas pueden ofrecernos..." y qué podemos ofrecerles... ¿Biodiversidad?
¿Sociedad? No, yo diría indiferencia, egoísmo, pasividad.

15 febrero 2007

Algo sin título I + (Nube-LODVG)

Aunque lo soñaba casi cada día, pensé que ya nunca volvería a verte, pero me equivoqué. Aquí estoy, dicen aquello de: “más vale tarde que nunca” ¿verdad? Y en cambio, en estos momentos desearía no estar aquí y no haberte visto jamás. Saber de ti sí, claro, como hasta hoy. Saber que tal te va, hablar una vez al año, escribirnos cartas de esas que ya nadie escribe y que tanta ilusión y sinceridad esconden. Seguir, seguir en contacto, felicitándonos en Navidad y por nuestros cumpleaños, siendo ese par de amigos, sí, amigos. En la distancia tal vez, pero al fin y al cabo amigos.

Ya casi ni me acuerdo de cuando fue la última vez que nos vimos y hablamos, como antes hacíamos. A veces me gustaría tener poder sobre el tiempo y volver a ser aquella niña, y volverte a conocer y parar. Vivir aquellos años, aprovecharlos como entonces no supe hacer y como supongo que no estoy sabiendo ahora con los que me toca vivir. Siento todo aquello ya tan lejano…que es como si no lo hubiera vivido, como si me lo hubiesen contado. Como un fantástico cuento que me contaste antes de dormir y del que me creí protagonista.

Pensé que nunca más te vería, que estarías ahí para mí en cualquier parte, pero que no te vería, y me equivoqué.

Aún no sé muy bien qué significa esto, no consigo asimilarlo, verte ahí, así, tan inerte como una de tus cartas que de tanta vida me llenaban. Consciente de que no puedo hacer nada como no puedo evitar que se escapen mis lágrimas. Sólo puedo arrepentirme, por cada vez que quise abrazarte y no pude, cada vez que necesitaste ese abrazo y no te lo di. Cada vez que te hubiera llamado para preguntarte que tal el día y no lo hice…siempre se está demasiado ocupado con cosas con demasiada poca importancia y me arrepiento.

Ahora se que mis lamentos no sirven de nada, se que mi lavado de conciencia no sirve de nada, ni siquiera para desahogarme, pues me siento quizá más culpable, más pobre, más triste, más nadie…Se que esto no va a curarte.

Pat. (12/09/04)

11 febrero 2007

Síndrome post-vacacional ("Las heridas")

Tras los diversos rumores de mi abandono de blog por parte de algunos de mis pocos lectores incondicionales, he de decir que las circunstancias de esta enigmática vida y la frustrada inspiración que últimamente me acompaña han sido las culpables de esta dejadez.

Como anuncio en el título tengo el síndrome post-vacacional, 22 días de reposo absoluto en casa ahora hacen fatídica mi reincorporación al mundo estudiantil…cuesta arriba.
En estos días me he triturado “Los versos del Capitán” y casi, casi “La Barcarola”.Que bonito es tener tiempo. Amo a Pablo.


Puesto que mañana me espera un día de los largos me voy a retirar ya a mis aposentos.
Hasta la próxima.
Un beso.


Fue la ofensa tal vez del amor escondido y tal vez la incerteza,
el dolor vacilante,
el temer a la herida que no solamente tu piel y mi piel traspasara,
sino que llegara a instalar un lágrima ronca en los parpados
de la que me amó,
lo cierto es que ya no teníamos ni cielo ni sombra ni rama de
rojo ciruelo con fruto y rocío
y sólo la ira de los callejones que no tienen puertas entraba
y salía en mi alma
sin saber dónde ir ni volver sin matar o morir.


"Las heridas"
Pablo Neruda (La Barcarola(1967))